Opinión Forastera No. 39
El Invierno del Mundo. Ken Follet.
Uno de los libros que me hizo salir de mi desconexión lectora en la que me sumergí cuando inició el conflicto civil en Nicaragua el pasado mes de abril, fue precisamente una obra donde la injusticia y el autoritarismo son protagonistas, hablo de El Invierno del Mundo de Ken Follet, la segunda parte de la Trilogía del Siglo (The Century), que inicia con La Caída de los Gigantes, ya reseñada en este espacio.
Seguimos los pasos de la siguiente generación de los protagonistas que conocimos en la primera parte, ya constituidos en familias que se verán inmersas en los acontecimientos sociales y bélicos que sacudieron la primera mitad del Siglo XX.
Así pues, el simpático Walter Von Ulrich y su Familia, Lady Maud junto a sus dos hijos Erick y la intrépida Karla fueron los que de alguna manera marcaron mi corazón como lector, es la familia Alemana; de igual forma la historia de Lloyd Williams y Daysi Pashkov, hijos de los protagonistas de ingleses y rusos de la primer parte, los hijos de la familia Dewar que realmente tocan temas que me impactaron y no menos que los descendientes de la familia Rusa.
Y es que esta obra abarca desde los inicios del régimen nazi en Alemania hasta los inicios de la que se conocería como guerra fría. Pasando por el bombardeo de Londres, la invasión de la Unión Soviética, el ataque a Pearl Harbor y el desarrollo de la Bomba Atómica.
Si algo tendría que aplaudir en esta segunda entrega de Follet, es que abandona la forma de contar la historia como un libro de historia, es decir, teje un sin número de situaciones para colocar a los personajes dentro de la esfera de acontecimientos que permite conocer, ya sea por los personajes mismos o por las situaciones que viven, como se van desarrollando los acontecimientos históricos, lo cual lo hace mucho menos denso que el primer volumen.
No puedo negar el hecho de que este libro, leído bajo el contexto en que me toco hacerlo, me llevo a reflexionar mucho sobre cuál debía de ser mi postura ante los acontecimientos que se estaban viviendo en mi país. Se conoce la manipulación política en USA que desembocaría en la “buena” intención de crear una organización internacional de naciones que garantizaría la paz del mundo, se vive el inicio del terror Nazi, que fue una idea vendida de muy buena forma para que los alemanes apoyaran desde el principio dicho proyecto. De igual forma como el fascismo se implantaba en Italia y su intento de hacerlo en Inglaterra.
La Guerra Civil Española también dio buenos escenarios a Follet para contar en esta novela, me parecía que de pronto me vería en la Barcelona de los Sampere y que me encontraría con Julian Carax.
Y hay espías, fue muy impactante para mi ver como ciudadanos alemanes, entre los que se contaban la familia Von Ulrich, decidieron colaborar con el Servicio Secreto Ruso cuyo contacto es un Peshkov, hijo de uno de los protagonistas de La Caída de los Gigantes, sin sospechar que Stalin desde el Kremlin infundía un odio visceral a su ejército sobre todo lo que fuese alemán, fue impactante ver como estos alemanes que soñaron verse libres de Hitler vivieron la pesadilla de verse humillados de formas inimaginables por el ejército rojo, no fueron liberados, su yugo solo cambio de dueño.
Es un libro que disfruté, claro, tómese en cuenta que me gusta la novela histórica, y el período en cuestión es fascinante. La saga llega a su fin con El Umbral de la Eternidad, la cual ya es parte de mi aldea de libros.