El mago de oz

Todo un clásico de la literatura infantil estadounidense

Opinión Forastera No. 85

El maravilloso mago de Oz. Lyman Frank Baum.

Un camino que resplandece como el oro, por el que camina un grupo singular de seres, un camino siempre es el que emprendemos, para morir en primera instancia, pero también para buscar, para triunfar, un camino que nos hace soñar. Por lo menos eso pensaba los integrantes de Mägo de Oz, le exitosa banda de folk metal español cuando eligieron ese nombre, inspirados en las baldosa amarillas que pavimente un camino que atraviesa una tierra mágica llamada Oz.

El maravilloso mago de Oz es el libro inicial de un multiverso creado por el escritor estadounidense Lyman Frank Baum que lo constituyen trece libros en total. Con este libro despunta en 1900, el cual, aparte de ser un libro infantil, combina la fantasía, la aventura y la crítica social, teniendo como protagonistas al más singular, y sin duda, más emblemáticos personajes de la cultura popular en USA, hablamos de Dorothy Gale, quien habita en una desolada y pobre granja de Kansas, la cual es víctima de un terrible tornado que levanta la casa y la termina aterrizando en la tierra, que pronto, le será informado que lleva por nombre, Oz.

En la tierra mágica, de seres excepcionales Dorothy conocerá el espantapájaros, al hombre de hojalata, al león cobarde, y en compañía de su perrito Toto, se encaminarán a ciudad Esmeralda para entrevistarse con el maravillo mago de Oz y pedirle sus deseos.

Son muchos los personajes que interviene en el camino de estos héroes, en los que se encarnan algunos de los principales anhelos humanos: la libertad, la nostalgia por el hogar, el valor, la inteligencia, el amor. Fuera de ello, la estructura social de esta tierra, regida por personajes que encarnan el poder bajo diferentes formas, nos va ilustrando la intención final del autor. Hay toda una crítica a los intereses hegemónicos de la clase política de país, el conflicto racista que aún persiste, la migración, y la corrupción.

Me atrevería decir que Lym Frank Baum construye una pequeña alegoría del típico líder populista y demagogo en el Mago de Oz, que contrasta contra la inocencia infantil de Dorothy, y como cada uno de los miembros de su grupo cuenta una historia de lucha y búsqueda del sentido de la vida, un tono existencialista se puede percibir de forma general en la historia, y como no, el típico viaje del héroe que ya también había mencionado en Alicia en el país de las maravillas que apareciera unas décadas antes.

El autor hace bastante uso del color, para definir no solo un estado de ánimo en particular, sino todo un grupo social de forma más general. El camino amarillo, la ciudad esmeralda, los países que conforma toda la tierra de Oz, el de los Gillikins, los Winkies, los Munchkins y los Guadlings, todos fulgen como elementos que conforma un todo, Oz una tierra mágica que puede ser cruel, puede engañar, pero también, hacer justicia.

Al libro lo amé, es tan fácil de disfrutar de principio a fin, es de destacar la intención del autor de exponer los valores e ideales humanos que solo son posible en un mundo utópico, en este caso es Oz.

En 1939 la Metro Golden Mayer produce El mago de Oz, basada en este primer libro de la saga de Baum, y en la que la actriz Judy Garland inmortalizaría a Dorothy con sus singulares zapatos rojos (que en el libro son de plata). Años después  Liza Minnelli le dará vos a Dorothy en la película animada que se realizara en 1974. Mi primer acercamiento, a las adaptaciones al cine fue con Oz, un mundo de fantasía (2013), donde James Franco da vida a Oz y ubica sus hechos 20 año antes de lo narrado en este libro.

Absolutamente recomendable, no en vano es un gran clásico de esos que se disfrutan con facilidad y que al final te dejan imágenes hermosas por bastante tiempo

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