La Caída de los Gigantes

caida

Opinión Forastera No. 17

La Caida de los Gigantes

Ken Follet. 2010. 1ª Ed. Debolsillo. Barcelona

Lo primero que tengo que decir de esta novela es que su título “peca” de ambicioso con respecto al contenido, sin embargo, no importando sus más de mil páginas, Ken Follet me pego a esta historia en intervalos de lectura de más de tres horas sin poderme levantar del asiento.

La novela que a su vez es la primera parte de la trilogía “The Century” inicia el 22 de Junio de 1911, día en que Jorge V es coronado como Rey del Imperio Británico, nos ubica entre los Williams, una familia de mineros galeses que estarán unidos por la confrontación, el amor y la amistad a los Fitzherbert, aristócratas ingleses que representan la clase alta, en la casa de campo de estos “Ty Gwyn” tendrá lugar una reunión paradójica en 1914, se dieron cita algunos de los diplomáticos de las potencias en decadencia de Europa, los “gigantes” que amenazadoramente se miraban desde la distancia, Gus Dewar con quien Follet nos muestra la vida de Buffalo en Estados Unidos y Walter Von Ulrich, agregado alemán en la embajada del mismo país en Londres, hasta aquí hay cuatro familias, pero falta una, Bea es la esposa del Conde Fitzherbet “Fitz”, es una princesa rusa en cuya infancia presenció la ejecución de unos campesinos a manos de su padre, uno de los campesinos era el padre de Grigory y Lev Pashkov, con ellos, asistiremos al desmoronamiento del régimen zarista en Rusia.

Bien, si en algo es bueno Follet y lo hizo en “Los Pilares de la Tierra” es entretejer buenas historias de familias obligadas a enfrentarse a situaciones extremas, si bien es cierto, que algunos personajes se quedaron al margen, otros robaron protagonismo y se quedaron en el corazón de los lectores, llegando al final y deseando vivamente continuar con la segunda parte de la saga.

En mi caso Lady Maud Fitzherbet me cautivó, su lucha sufragista, desde su privilegiada posición, se revela ante una sociedad con doble moral, opresora y misógina, su amor secreto con Walter, su amistad momentánea con Ethel Williams otra de las heroínas de la novela con su propia historia intensa, las escenas impresionantes en las que la ubica Follet que la obligan a alzar la barbilla de aristócrata en pro de defender lo que ella cree correcto y justo me cautivaron.

Caminamos por un San Petersburgo sombrío, lleno de huelgas y el desarrollo de la revolución roja, en los combates de trincheras presenciamos la tregua de navidad de 1914, caminamos por Paris rodeado de Alemanes y por los pasillos de la Casa Blanca con un Wilson queriendo ser el salvador del mundo, así, con sorpresas en cada capítulo viviendo con los personajes la angustia de la muerte de los mismos, con reveces que nos dejan perplejos, con los acontecimientos reales que rigen la historia presenciamos la desaparición de un mundo y el resurgimiento de otro nuevo, donde Fitz ya no es un gigante y es quien cede el paso a una resuelta Ethel Williams despidiendo esta primer parte de The Century.

No es un tratado de historia, Follet obvia por completo al Imperio Austriaco, uno de los pivotes cruciales en la Gran Guerra, ignora la muerte de la Familia Romanov, y aunque hace una leve alusión al carácter esclavista de Wilson, presenta demasiado bien a Norteamérica cuando ya está estaba extendiendo su imperio privado en las bananeras y otras industrias, por toda Latinoamérica.

A pesar de ello, Follet nos da una opinión de forma objetiva, presenta las ideologías que surgirán en esos años pero de forma sencilla, se centre en los personajes, en su sentir y aunque algunos se quedan bastante planos, con otros nos gana.

Adoré episodios dramáticos, como el del correo de guerra en Aberowen el pueblo de los Williams, madres deseando no recibir cartas de esos mensajeros de muerte, o la expulsión de Ethel Williams de Ty Gwyn, el abucheo a Maud en la opera cuando se hizo pública su íntima relación con Walter, para entonces una alemán enemigo de Inglaterra, el horror de Grigori ante la dictadura en que se había transformado la revolución por la que lucho.

Cayeron gigantes si, el Zar, el Káiser, el Emperador de Austria, Europa decía adiós a la aristocracia y se habría al mandato de los pueblos de a pie. Maud, ya en un Berlín de entreguerras en 1924, agradece que un tal Hitler hubiera caído preso por oponerse al nuevo régimen, no Maud, aún no termina la historia de ese “fulano”.

Aún hay gigantes, sus coronas estas ocultas, dirigen imperios y manipulan mentes, ver la historia de hoy reflejada en estas páginas me hace pensar en los ciclos de la historia, la humanidad olvida y se engaña con facilidad.

Con un final que no lo es propiamente, Follet nos deja expectantes ante la continuación, que espero leer pronto, El Invierno del Mundo.

6 comentarios en “La Caída de los Gigantes

  1. Follet ha encontrado una fórmula con la que llegar a sus lectores. Y lo hace bien. Esta trilogía me parece fantástica con sus historias disgregadas que fluyen hasta, acaso tropezarse. Además las épocas elegidas son más que interesantes
    Besos

  2. pues se nota que es una buena historia. Y hablando en este tiempo ¿quienes serian los gigantes? Cuando dice que sus coronas estan ocultas, a quienes se podria referir? Estamos en una sociedad en que hay diferentes tipos de poderes.
    mis 5 estrellas forastero

    1. hay muchos gigantes que gobiernan mediante los mercados del mundo Helen, trasnacionales que nos impone que vestir, que comer, que ver que escuchar, globalizacion, marketing, imperios mercantiles… y siempre siempre lo mismo, pocos con mucho y muchos con poco. Gracias por esas estrellotassssssss

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