
Opinión Forastera No. 64
It, Stephen King. 1986. (Ejemplar leido, Primera Edición con esa portada 2016. 12va reimp 2019
Un titulo tan corto y contundente para una de las novelas más extensas e icónicas del escritor estadounidense Stephen King, It ve la luz en 1986, siendo la novela 19 en un lapso de poco más de 10 años, pues Carrie, su primer novela aparece en 1974.
Los hechos de esta novela suceden en Derry, una pueblo ficticio de Maine, todo gira en torno a un ente maligno que toma varias formas, pero que es común que se presente como un excéntrico payaso, de nombre Pennywise, el payaso bailarín, el cual aterrorizará a un grupo de siete niños que se autodenominan como El Club de los Perdedores, mientras va matando a niños y adultos en determinados períodos de tiempo.
La estructura de la novela se dispone en dos líneas de tiempo que se ubican, una a mediados de 1958 y la otra 26 años después, cuando los niños son adultos. También la voz narradora viaja de la primera a la tercera persona en capítulos determinados. Mantiene su característico estilo periodístico y cinematográfico.
Si bien es cierto la novela tiene como principal recurso el terror, la tensión psicológica, cruentas descripciones sangrientas y el suspenso, también es cierto que opera un discurso sobre el valor de la amistad, las lealtades forjadas en la infancia, se manifiesta contra el acoso, le violencia en la familia, la agresión sexual, racismo, misoginia y homofobia. Es una muy buena descripción de la sociedad estadounidense de entonces.
Bill, Beverly, Eddie, Mike, Richie, Ben y Stan, conforma el grupo de amigos que son víctimas de Eso, y de los gamberros abusadores en la escuela, su personalidades tanto de niños como adultos, son excelentemente desarrolladas por King.
Aunque King abusa por momentos de la descripción (sobre todo de Derry), hay escenas que logran perturbarte, haciéndote sentir cosas. A pesar de su extensión y el exceso de descripción, la lectura resulta amena a grandes rasgos.
Un final justo, agridulce, pero justo, de esos finales que sin volarte la cabeza ni arrancarte exclamaciones te dejan con nostalgia y resaca lectora por algunos días.
Lo que más he disfrutado en el año, sin duda que no me decepcionó King.
Cierro mi reseña con una frase que, siento yo, condensa el espíritu del libro:
«No hay buenos amigos, no hay malos amigos, Sólo hay personas con las que uno quiere estar, necesita estar; gente que ha construido su casa en nuestro corazón»