Emma

Opinión Forastera No. 63. Jane Austen nos cuenta la perspectiva de la vida de una joven rica.

Opinión Forastera No. 63

Emma. Jane Austen. 1814. Ediciones Plutón

Jane Austen (1775 – 1817), inicia a escribir Emma en 1813, cuando contaba con 38 años, ya había publicado tres novelas, y aunque seguía manteniendo incógnita su autoría sobre estas, su identidad era un secreto a voces.

Esta novela, a diferencia que la que yo ya tuve la oportunidad de leer, Sentido y Sensibilidad(1811), Austen nos regala una protagonista diferente y, siento yo, se abandona un poco la ironía para evidenciar aún más sus inquietudes.

Emma Woodhouse la heroína de esta novela es rica, joven, se considera bonita, lista e inmune al amor, porta en su haber el proyecto exitoso de la boda de su intitutriz, la Srta. Tylor, con el Señor Weston, por ende pretende encausar a un mejor prospecto a Harriet Smith, alejándola de Robert Martín, conduciéndola a desilusiones épicas; se inquieta ante las pretensiones de independencia de Jane Farifax, y no parece ceder a los encantos de Frank Churchill, sin embargo será el Sr. Knightley quien se convertirá su más severo crítico. Todo esto teniéndo Hagsbury, un poblado rural de Inglaterra.

A primera vista pareciera una novela de chismes, pero no. A favor de Austen hay que decir de manera insistente que escribe sobre lo que la vida le permitía ver, sobre su mundo: entorno rural de la época de transición entre las eras georgianas y victorianas, la reducción de la mujer a cultivar sus “talentos” y la jerarquía social dominada por la revolución agraria que antecedería a la industrial.

Asi pues, con esta historia, donde esta presente el amor como hilo conductor y relegado a un asunto secundario, muestra también lo déspota que podrían llegar a ser juzgadas las personas por su condición social, su rentas, su estátus legal, sus padres, sus parientes y obviamente sus recursos económicos.

No es fácil de leer, es tediosos por momentos, pero confieso que conecté con los personajes que me parecen tan bien logrados, que hasta podía ponerles voces diferentes a cada uno. Jane Austen sabía contar historias, pienso que luego de tres siglos de la aparición de sus obras nos hace sonreír de vez en cuando.

Por momentos me preguntaba si Austen había conocido a una persona quien le inspirase a Emma o, si esta seria su alter ego. Emma Woodhouse no tiene las preocupaciones de los personajes femeninos de su edad pero esto únicamente se lo debe a su dinero, resulta repulsiva a veces, pero sin dinero no tenias derecho a tener más defectos, este era suficiente y te hacia objeto de la lástima de los demás.

Un final feliz? Claro, no serian de Jane Austen entonces Elizabeth Bennet y Marianne Dashwood. Esto demuestra las pautas que marcaban una novela de éxito para el nuevo público que iba surgiendo con la aparición de la imprenta. Al fin que luego de la muerte de su padre, Jane necesitaba cierta independencia económica.


Vale la pena leer a Jane Austen, aunque he de confesar que la veo con otros ojos luego de haber leído Una habitación propia(1929)de la tambien gran escritora inglesa Virginia Woolf.

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