
Opinión Forastera no. 62
Una habitación propia. Virginia Woolf. 1929.
Al iniciar esta obra Virginia Woolf tenia claro que su intención no seria la que le pidieron, no escribe sobre la mujer y la novela, termina describiendo a las mujeres y la novela de la forma más transparente que le fue posible.
Una habitación propia es un ensayo escrito de esta singular escritora inglesa que se basa en una serie de conferencias dictadas en 19298 y publicado en 1929.
El ensayo usa una voz narradora ficticia que explora la situación a la que se han enfrentado las mujeres a lo largo de la historia en campos que la circunstancias, las tradiciones y costumbres hacían que fuese dominado por hombres.
El argumento del ensayo tiene una clara intención de denuncia contra la restricción de la mujer.
La figura de la habitación propia es la necesidad primaria de la mujer que en los espacios familiares nunca tiene, a no ser que se trate para labores ya estandarizadas, no para escribir, naturalmente, será para Woolf la alegoría del espacio que todas las mujeres oprimidas a lo largo de la historia han necesitado para desarrollar sus habilidades, representa la oportunidad de liberarse y ocupar papeles principales en la historia.
En la habitación propia están las mujeres que han recurrido a ocultar sus nombres para que sus obras sean publicadas, está la forma de derribar las limitantes de temas a los que se ven sometidas autoras tan conocidas como las hermanas Brönte o Jane Austen, donde la autora identifica sus resentimientos, sus frustraciones, el ansia de libertad que experimentan sus personajes, la denuncia que hacen en sus obras través de forma quizás no intencionadas y aún más; Woolf magistralmente va encaminando todos estos elementos para entender las libertades conquistadas y por conquistar, desde la liberación sexual, relaciones homosexuales hasta conquistar otros ramos de la escritura y las ciencias.
Virginia Woolf logra en este ensayo, discernir la situación actual de la mujer de forma retrospectiva, es atrevida todavía para esos años, al hablar de forma abierta de la identidad sexual que coexiste en la mente de cada hombre y cada mujer en el mundo, cuando apenas y la sociedad empezaba a asimilar la libido sexual propuesta por uno de los maestros de la sospecha Sigmund Freud. Para ella un hombre tiene una parte femenina claramente definida en sus habilidades y destrezas y aplastada por el entorno, lo mismo sucede con la mujer. El ideal de sociedad que Virginia Woolf concibe es aquella que logra encontrar el equilibrio entre estas dos identidades, pues la mujer muchas veces llegar a escribir sin ser plenamente concientes de su sexo.
El feminismo expresado por Woolf es totalmente abierto a la coexistencia y el respeto entre los sexos, hace un llamado a la mujer de su tiempo a seguir trabajando para derribar limites, no es la pasividad de un triunfo, es la acción por salir de la habitación sin miedo a un mundo sin represiones.
Leer este ensayo te ayudará a ver con otros ojos a Safo de Lesbos, Hipatia de Alejandria, Jane Austen y a la misma Agatha Christie, y muchas mujeres más que siguen buscando en la novelan una habitación propia.