Opinión Forastera No. 42
Africanus: El Hijo del Cónsul. Santiago Posteguillo. 2006

Africanus: El hijo del Consul es la primera novela del escritor y académico español Santiago Posteguillo, el cual fue publicado en el año 2006, es también el segundo libro que leo del autor y esta la segunda entrada por él propiciada en este espacio.
Publicada en el 2006, esta obra inaugura la trilogía conocida como “Trilogía sobre Escipión el Africano”, está ubicada en el contexto histórico que va desde años anteriores al nacimiento hasta los veinticinco años del hasta entonces conocido solo como Publio Cornelio Escipión, el hijo del Cónsul, período comprendido entre el 223 al 209 a.c.
Una de las capacidades que a Santiago Posteguillo le ha valido miles de seguidores, es la capacidad que tiene de tejer aventuras trepidantes sin abandonar el rigor histórico, en este sentido nos presenta a una Roma y a un mundo conocido en los primeros capítulos de la historia, nada denso, aunque si extenso. Es así como vamos conociendo la familia de Escipión el Africano como lo conoce la historia, su padre Publio Cornelio Escipión, su tío Cneo, su madre y hermano, asistimos de igual forma a su vida amorosa y sus impactantes hazañas militares, así como Roma, su estructura social, sus grandezas y virtudes, y la disposición geográfica del mundo que por entonces se conocía.
Pero, y como debe ser, la vida del Escipión de esta historia (pues son muchos los Escipiones de la familia Escipión) esta obligatoriamente unida al general cartagines Aníbal Barca, hijo de Amilcar Barca, ambos generales de Cartago, acérrima enemiga de Roma, asistimos por tanto al desarrollo de la II Guerra Púnica, entre Roma y Cartago.
Roma jamás había estado al borde de la aniquilación total, Aníbal había conseguido dominar parte de Hispania, pero también había cruzado los pirineos y había logrado combatir en la península itálica, a las puertas de la mismísima Roma, y no solo eso, logró unir a su causa al Rey Macedonio Filipo V para abrir otro frente de guerra.
En este contexto nace y crece Publio Cornelio Escipión, descubre su entorno, aprende de su padre y su tío, un joven culto y adiestrado en el arte de la guerra, miembro de una poderosa familia que tenía también enemigos en Roma entre los que se destacaba Quinto Flavio Máximo senador, dictador y por cuatro veces Cónsul de Roma, quien, entre estrategias y juegos de manipulación, intentará lograr a toda costa la aniquilación de la familia de los Escipiones.
Si algo también tengo que destacar en esta primera parte de la trilogía, es que Posteguillo nos va narrando el surgimiento del teatro en Roma y de cómo este era considerado por muchos ciudadanos y altos dignatarios de la ciudad, de cómo el teatro podría ser una herramienta para calmar a las masas, pero también para desordenarlas. En este sentido Posteguillo introduce la historia del comediógrafo latino Tito Maccio Plauto, por todos es conocido (sobre todo aquellos que hemos leído La noche que Frankestain leyó El Quijote) lo que le apasiona a Posteguillo darnos a conocer, abordar, mostrar la historia que hay tras las obras literarias, con la vida de Plauto, entrelazada con el patricio romano Plubio, Posteguillo nos regala un plus perfecto para que no dejemos la historia hasta el final, el cual no es conclusivo.
Posteguillo nos regala detalles y descripciones justas para vivir las grandes batallas que marcaron la historia de esta guerra, la genialidad de Aníbal, Quinto Flavio Máximo y el mismo Publio Cornelio Escipión, los épicos episodios bélicos de Sagunto, Cannae, el asedio a Roma y la caída de Cartago Nova (hoy Cartagena).
Les diré que me sentí regresar a mis años de primaria cuando en Historia Universal, por mi cuenta, me embebecía leyendo sobre estas dos metrópolis y sus cruentos enfrentamientos, que, de no ser por los designios de la fortuna, hoy occidente no fuese el que conocemos, y el centro del mundo no hubiera sido en Europa, si no, al norte de África.
Por demás recomendable esta obra de Santiago Posteguillo, es extensa, un libro grande, difícil de transportar pero si ideal para que nos acompañe en tardes de domingo y noches de insomnio.
Nota: Ilustra esta entrada la batalla de Cannas, una de las más humillantes derrotas sufridas por Roma, donde el protagonista de esta historia y su suegro tuvieron participación, superaban en número a Aníbal el Cartagines y éste los derroto con un ingenio fuera de este mundo.