Nueve años como bloguero, no se dice fácil, aunque me ha resultado fácil, la verdad.
No he mantenido la constancia que debiera, lo hice en los primeros años, pero desde que inicie a trabajar de forma permanente hace cuatro años, y ahora le sumo el hecho de estar estudiando Teología, lo que requiere de mi más tiempo para leer contenido un poco alejado del habitual, y no, no me estoy justificando estoy dejando en evidencia mi ineficacia blogueando.
Tampoco he sido responsable con mis lecturas desde que terminé Canción de Hielo y Fuego II: Choque de Reyes, aunque si hay que decir, que muy a pesar de mi desordenado tiempo, no he dejado de leer. En la actualidad estoy leyendo los siguientes libros en simultáneo: La Templanza, autora María Dueñas, del cual tengo consumido un 75%, el otro es El Caso de Charles Dexter Ward de H.P. Lovecrafct, del cual he consumido un 45%, Trágame Tierra, la célebre otra del nicaragüense Lizandro Chávez Alfaro, del cual llevo un 25% y Africanus el Hijo del Cónsul, el primer volumen de la trilogía de Escipión del Africano de Santiago Posteguillo, del cual tengo consumido un 30%.
Huelga decir que muchos veces se me ocurren ideas que a ustedes mis lectores les podría parecer interesantes, pero me cuesta llevarlas a feliz término, de igual forma las lecturas que hago con motivos académicos me han llevado a grandes procesos de reflexión que sin duda alguna tarde o temprano compartiré con ustedes por que se necesita compartir, eso hace un hombre sabio según Aristóteles.
Pero si puedo decir que me siento orgulloso de haber iniciado este espacio hace 10 años, recuerdo que me motivaron asuntos de índole religioso, luego me dio por ser poeta, y terminé opinando sobre libros, música, cine y política.
Hoy mi país requiere de personas que tengamos el suficiente sentido crítico para que, así como el protagonista de 1984, siendo parte del sistema nos quedemos fuera de él en resistencia, siendo del mundo pasemos de el por convicción, y tener la capacidad de ver el mundo apegados a la verdad, la cual jamás nunca podrá ser borrada completamente, pues aunque la historia sea manipulada, jamás nunca lo será la verdad.
Por ese motivo es que no dejo de ser bloguero, me lo recuerdo todos los días, este es mi espacio donde siempre he dicho que puedo ser yo sin problemas, aunque tenga consecuencias por ello, lo cual es inevitable, y gracias al sistema de WordPress que me recordó que estoy de aniversario, es que estoy escribiendo estas líneas, por que lo merecen ustedes, en primera instancia, por que lo merece El Forastero, en segunda, y por que no se puede dejar de ser quien uno es, no es de sabios, según Aristóteles.
Siempre que me despido, lo único que les puedo asegurar es que, volveré, y oigan, lo he cumplido.