En muchas ocasiones como lectores quizás nos hemos enfrentado a ese irrefrenable deseo de “ser escritores”, ilusamente nos vemos firmando nuestras obras ante una fila de lectores, o dando conferencias, dando una entrevista en una súper sala de estar con una chimenea cerca (si ese soy yo), sin embargo, y esto lo saben los escritores que sin buscar la gloria la consiguieron (uno que otro les cubrió el cerebro y se pudrieron), el genio escritor es aquel que disfruto y se deja seducir por las ideas.
El verdadero genio es aquel que conoce sus ideas, que deja a su cerebro concebirlas, que las reforma, que las trasmuta, que las plasma en papel, en un lienzo, en una partitura, que las vuelve una melodía, un verso, una oración, una historia, que disfruta compartirla, que sufre sus desprecios pero que logra sacar fuerzas para llevarla al camino de la perfección, esto solo por el placer de crear y compartir, la fama, no se entiende en este contexto.
En una ocasión, uno de mis profesores de Metodología de la Investigación, nos comentaba como en un momento del día se le había implantado en su cerebro una “pregunta”, esta lo acompaño en todos los momentos de día hasta que, en pleno insomnio, logro concebir una respuesta que se transformó en un proyecto, logro construir un bosquejo completo del mismo y en palabras sencillas “fue como hacer el amor”.
Otro amigo escritor me expresaba “que no te importe ser un mendigo, lee y escribí si eso te hace feliz”, ¿radical no les parece?, pero nada lejos de la realidad, pues al final ese estado que llamamos felicidad radica en el poder de una decisión, leer siempre es una buena opción, escribir, una meta deliciosa de alcanzar.
Si quieres inundarte de letras, hazlo, vívelo, disfrútalo, pero que don ego no te lleve a exigirles lo que no te darán, pues el éxito es constancia más que un golpe de suerte, y la suerte no viene en las páginas de un libro ni en una página en blanco.
Si me lo preguntan, aun no sé qué pretendo con este escrito, pero ¿me creen si les digo que he vencido a mi página en blanco?, la idea central es que intentemos detenernos un poco y admiremos la creación, que en ella descubramos lo que han hecho grandes hombres, y que busquemos la construcción de una opinión nuestra sin que sea los terceros los que hablen por nosotros, también eso te vuelve escritor, pero si no puedes hacer esto, entonces lee.
Que leer se al final la vida para así ser lo que leamos, es decir, ser mejores.
PD: Reconcen la imagen?
Buen pensamiento. Respecto a la imagen, si no me equivoco, se trata del grabado en el anillo único del universo de Tolkien.
EUREKAAAAAAAAAA!!!!!!!1