Opinión Forastera No. 27
El quinto libro de Harry Potter denota la nostalgia de un inminente fin.
Harry Potter y la Orden del Fénix, la quinta parte de la saga que sigue atrapando a muchos, incluso aquellos que como yo ya vieron las películas, pero que no podrían dejar de leer la historia completa para profundizar aún más, y la verdad es que recomiendo a todos aquellos que solo se han quedado con la versión cinematográfica, internarse en la saga escrita es mucho más gratificante.
Harry Potter es perseguido por sueños, pesadillas perturbadoras, es atacado por dementores en Privet Drive, se enfrenta a una posible expulsión de Colegio Hogwarts, mientras un sentimiento de abandono y profundo resentimiento hacia sus amigos del mundo mágico se gesta en él, es como Rowling nos introduce a esta quinta entrega.
Los spoilers podrían permitirse en este comentario aunque siempre habrá alguien que no haya leído los libros aún, así que están advertidos.
En esta parte de libro Harry Potter es expuesto por la autora con toda la carga sentimental que un ser humano podría sentir, el realismo de los personajes creados por Rowling alcance su cenit en esta parte de la historia del mago con cicatriz en forma de rayo. De nuevo nos volvemos a encontrar con un Harry Potter frustrado, un Harry Potter enfadado consigo mismo y a veces con sus amigos; nos sorprende descubrir que Harry siente envidia incluso hacia Ron, siente resentimiento incluso hacia Dumblodore, se enerva incluso ante Hermione, y aunque ha denotado gran valor al enfrentarse al mago más peligroso de todos los tiempos su ingenuidad es desesperante en cuestión de amores, son los sentimientos los grandes protagonistas de esta parte, los sentimientos de Harry su punto débil del que se vale Voldemort para atacar y que al final son también su principal escudo.
Quizás muchos lectores hayan establecido una especial conexión con los personajes en este libro, Harry y sus conflictos internos y con sus amigos, Ron y su frustración ante su desastroso papel en el Quiddicth, Hermione y su obsesiva dedicación a los estudios y al cuido de sus amigos.
Desde el punto de vista personal Harry Potter me pareció de lo más berrinchudo, siempre me fascinaba la forma en que Hermione, aunque temerosa, lo confrontaba y lo dejaba en evidencia ante sus desplantes a veces injustos, claro que se podría justificar las reacciones de Harry Potter el mismo Albus Dumblodore lo admite y asume la culpabilidad de todos los acontecimientos que suceden durante el quinto año de Harry Potter en el Colegio y es su voz la que nos cuenta pinceladas de un pasado que Potter desconocía en parte.
Es la encantadora Luna Lovewood, desesperantemente encantadora, la que de forma indirecta al final de la historia muestra a Harry que derrumbarse ante las aparentes incomprensiones de los demás no lo ayudará a ser comprendido.
La historia se desarrolla en medio de la reorganización de una antigua agrupación de aurores y magos encabezada por Dumblodore denominada La Orden del Fénix, muchos de sus miembros originales (dentro de los que se cuentan los Padres de Harry y los de Neville) han desaparecido, pero otra nueva generación de magos los ha sustituido, todos por igual tienen por objetivo luchar en contra del Señor Tenebroso, son las actividades de la orden otra causa de contrariedad para Harry pues no es tomado en cuenta en la totalidad de las actividades de la misma.
Por otro lado el Ministerio de Magia empeñado en desacreditar a Harry y a Dumblodore negando el regreso del Señor Tenebroso, y no conforme con su campaña de desprestigio en El Profeta, envía a la detestable Dolores Umbrige al Colegio como nueva maestra de Defensa Contra las Artes Oscuras, puesto del cual irá ascendiendo hasta minar en su totalidad la autoridad de Dumblodore, ver a la Profesora Minerva Mc Gonagall enfrentarse a la enana Umbrige no tiene precio.
Hermione Grander, que es en su quinto año el que más reglas rompe contra el Colegio liderando incluso rebeliones y conspiraciones contra el mismísimo Ministerio de Magia, el garbo de esta chica sin duda me cautivó bastante y se ganó mi admiración.
Severus Snape el siempre aborrecible profesor de Pociones adquiere otra reminiscencia en esta historia, nadie puede confiar plenamente en él, es la confianza en él depositada por Albus Dumblodore la que garantiza su adhesión a la Orden. Por orden del director le da clases de Oclumancia a Harry las cuales terminaran en una desastrosa batalla de recuerdos, desilusiones y resentimientos. No se priva de enfrentamientos entre este y Sirius Black, y aunque al final de la historia Dumblodore reafirma y justifica muy bien esa confianza, no se gana el perdón de Harry, lo cual para mí es un tanto inmaduro de su parte, pero se que muchos le darán la razón al joven mago y no al oscuro profesor que también denota inmadurez en sus actos.
Sin duda alguna son tantos los frentes de aventura que Rowling nos regala en este libro, como una organización clandestina de estudiantes dentro del Colegio organizada por Hermione y liderada por Harry cuyo fin es aprender hechizos de defensa. Es así como nuevos personajes entren en juego, Luna Lovewood entre ellos, el raro espécimen que me terminó encantando.
Rowling no escatima en llenar este libro de finos guiños hacia un inminente final, la nostalgia ya llena la saga desde este punto, nos parece una eternidad recorrida desde aquel primero de Septiembre en que Hagrid llego en una moto voladora a Privet Drive.
Hay un nuevo enfrentamiento contra Lord Voldemort y su ejército de mortifagos, una batalla en las salas más ocultas del Ministerio de Magia, Voldemort ha logrado llevar a Harry donde deseaba y presenciamos una magistral batalla entre el Señor Tenebroso y Albus Dumblodore. La Orden del Fénix también se enfrenta a los Mortifagos, asi como algunos amigos de Harry entre los que se encuentran Nevill, Ginny y Luna, y por supuesto, Ron y Hermionie.
En fin, Harry Potter y la Orden del Fénix es solo el preámbulo para lo que se avecina, como Hermione lo afirma con vehemencia, “esto apenas inicia”, ya el Señor Tenebroso se revela ante el mundo y la segunda guerra contra él que abierta.
Se lee con tranquilidad, es un libro que se va mostrando de apoco y se disfruta bastante, le velocidad vertiginosa de las últimas páginas nos llevan a un final que nos deja llenos de ansias de saber si la profecía que aparece será le premonición de un desenlace que nadie desea.