De cuentos y encuentros

Siempre me he preguntado por qué una bonita descripción de un ocaso puede matar el texto completo de un cuento, según me decía un amigo, el cuento debe de ser la esencia del éxtasis en un lector, debes desde el principio tocarlo, prenderlo y llevarlo al cenit. Así que al iniciar un cuento con la frase siguiente: “aquel atardecer de marzo era bello, el cielo se vestía de vivos colores naranjas sobre su azul eterno, mientras las montañas yermas eran bañadas por los últimos rayos de sol”, no podemos esperar que el lector quiera continuar, y quizás lo haga pero no con la ilusión que lo haría si iniciamos el cuento con “era una tarde de cuaresma en el tétrico cementerio de la población”.

Si puede que funcionen las descripciones más románticas en una novela, ya que su extensión permite una excitante y prolongada relación, no así un cuento donde es como experimentar un encuentro prohibido en las aulas del Colegio, “rápido porque puede venir el Profe”, si es un encuentro prohibido no perderás el tiempo recitándole poemas, “cuidado nos ven, ni quiera Dios el escándalo”, si es un encuentro prohíbo tienes que saber dónde tocar a la primera, que harás a la segunda y como terminarás en el tercer movimiento, “adiós, me chateas por fis, te quiero”, el cuento va al grano.

Me gusta pensar que hay más cuentos que novelas como más aventuras tenemos los humanos que amores de verdad, y aunque los éxtasis que producen pueden considerarse diferentes, ambas pasiones es válido conocerlas.

¡Son maravillosas las palabras escritas! y son distintos los éxtasis que se viven tanto al escribirlas como al leerlas, del escritor es la maldición y del lector la adicción, en ambos hay un raro amor que solo se puede experimentar en la soledad del ser físico y el personaje que desea ser o desea tener.

Digamos que los encuentros prohibidos de colegio han sido bastante gratificantes, eso no significa que prefiera el cuento a la novela, quizás porque el número de mis encuentros prohibidos den para una novela y no solo para un rápido, directo y excitante cuento.