La reducción del autómata, a eso nos encaminamos o en eso estamos.
Me levante muy de mañana a limpiar mi casa antes de ir al trabajo, al asomarme a una de las puertas pude contemplar la belleza libre de un cielo limpio de nubes de un azul contaminado por los primeros rayos de sol, fantástico, ¿Se han emocionado ante un atardecer o un amanecer?.
Realmente es imposible hoy día que este tipo de emociones tengan que responder o sean producto de algo concreto, impulsos eléctricos que llegan al cerebro o funciones cognitivas del mismo o, muchas otras razones por las cuales emocionarse ante un amanecer sean un simple y llano producto de algo “normal”, entonces yo me pregunto, ¿Por qué no todas las personas se emocionan ante lo mismo?.
En las últimas semanas he comprendido que la discriminación lleva a niveles que son asombrosos si se ven desde el punto de vista más objetivo que nuestras vísceras lo permiten, tanto así que estoy seguro que si alguien me hubiera visto murmurando oraciones absorto ante esa espectacular salida del sol hubiera dicho (tan inteligente y pensando aún que Dios está en el cielo), y cuando digo “alguien”, me refiero a personas que se creen “libres” de toda forma de pensamiento medieval y retrogrado en las cuales se incluye manifestaciones de “piedad” como las que yo estaba llevando a cabo en ese momento.
Lo dicho, la reducción del autómata, esa afán de explicar todo valiéndose de razones científicas, físicas, metafísicas, eléctricas, filosóficas, teológicas, neurológicas psicológicas y toda la “lógica” que encierra aquello de que la “causa” y su “efecto” responde a algo en concreto.
Una de las grandes pérdidas que el año viejo me dejo fue la ausencia física de mi Abuelita, un ser que para mí siempre fue como una estampilla en Sepia de una época que ya murió, nunca podría compartir con personas a las que realmente he apreciado durante mucho tiempo expresiones como “Tengo la fe de que ella está en el cielo”, jamás, nunca, ni siquiera en círculos católicos en donde la “salvación de las almas” es una expresión caduca.
Mi Abuelita está en el cielo, y muchas veces me detengo en su tumba cuando paseo con mi perro por las tardes en el cementerio de mi pueblo, que si le pido….??, no Aldo nunca digas eso acá en tu blog porque puede que ya no tengas lectores en el futuro.
Es muy difícil hoy defender posturas y creencias, es muy difícil hoy deconstruir el ya construido término de “libertad”, lo cual conlleva a no “tolerar”, y a esto me he enfrentado muchas veces.
Lo más interesante de todo es que al aferrarme a posturas que la Tradición Católica defiende, de forma sorpresiva me he enterado que tengo que defenderme incluso de los que defiendo, y no solo eso, me he tenido que enfrentar si no personal pero si en ideas al personaje que porta el solideo blanco, el cual debería de ser mi héroe que defiende la belleza de lo espontaneo.
En resumen, la discriminación es solo un producto de la reducción del autómata, puesto que obedecemos los que nos venden, obedecemos lo que nos imponen, y a su vez obedecemos el mensaje deformado que quizás en su origen tuvo buenas intenciones, basta con ver la Revolución Francesa, el Marxismo y el Concilio Vaticano II.
Hoy es la sociedad de la libertad, debería ser la utopía cumplida, sin embargo hay una afán de seguir aumentando libertades sin importar que se prive de libertades incluso de vivir de otras personas, y no su Santidad, no solo se trata de amor.
Es un hecho que lleva décadas un movimiento, que fría y calculadamente ha cambiado el orden que el mundo tuvo durante milenios, y no, no soy tradicionalista, ni medieval, si lo fuera me dormiría con el silicio a la par de mi cama, no, sé que la hipocresía reina en los que predican la humildad, en los que se adjudican la verdad e incluso en los que se declaran libres. Y el “error” seguirá reinando mientras no nos demos cuenta que tenemos ese virus, la reducción del autómata, ¿Quién y cuándo se daría cuenta de lo fácil que se nos puede manipular?
Excelente definición de lo que está pasando hoy en día. Sin duda es difícil asimilarlo por todo lo que vemos y nos enteramos desde que vemos las noticias por la mañana hasta salir a la calle a realizar la rutina diaria y cada vez más pesada. Pero no decaigo en mi forma de ser y sigo levantando la vista al cielo, sigo disfrutando de todo lo bueno que este mundo nos ofrece.
Es lo mejor que podemos hacer, ver al cielo, sonreir disfrutar y en la medida de lo posible defender en lo que creemos.
Todas las personas, estamos viviendo dentro de un sistema, un sistema que te maneja como marioneta. Si en la verdad la libertad es más difícil de conseguir de lo que se cree. Nos hemos reducido a ser simples autómatas. Sin embargo siempre nos desprendemos por unos segundos de los hilos que nos manejan y podemos contemplar tantas maravillas como la foto que has puesto arriba en este post. Bueno espero que algún día podamos vivir y no sobrevivir en este mundo.
asi es mi estimada, hay que luchar por eso.