
Opinión Forastera No. 22
El Burdel de las Pedrarias
Ricardo Pasos Marciacq. 10ª Ed. Managua. HISPAMER. 2011
Esta fue la primera novela con que Ricardo Pasos Marciacq se perfila ante el género de la Nueva Novela Histórica, aunque en este último punto aún hay controversia para algunos expertos, pues en la narrativa de esta obra Ricardo Pasos no aporta novedad alguna en cuanto a contexto y ficción, en lo personal si podría decir que me sorprendió leer la última página cuando al iniciarla me desilusionó un poco el hecho de que sea narrada en primera persona pues pensaba que esto volvería esta novela todo menos ligera.
El Burdel de las Pedrarias sigue la historia de Isabel de Bobadilla y Peñalosa, una historia contada por ella, alternada por las voces de María Fernanda y en un solo capítulo, fascinante por cierto que narra María de Peñaloza ante el histórico Cristo de Pedrarías que aún hoy precide la nave lateral norte de la Basílica Catedral de León. En las voces de estas tres mujeres se recrea las relaciones de la colonia, un el puerto de El Realejo uno de los más importantes de la corona española haya por 1530, pero uno de los más míseros también, y otras ciudades recién fundadas como León, Granada y el cacicazgo de El Viejo, todas en la banda del pacífico de Nicaragua.
Confieso que esperaba más del libro, me lo habían descrito como una obra cargada de escenas gráficas y brutales, pero realmente no me sorprendió.
Isabel de Bobadilla regresa a Nicaragua luego de muchas diligencias de en la cortes de Carlos V, a reclamar la herencia dejada por su difunto esposo el brutal gobernador de Nicaragua, Pedro Arias de Ávila mejor conocido como Pedrarias Dávila. Su misión es montar un burdel con las exoticas indias de sus extensas encomiendas entre las que se encuentra la de Teoathega, una de las más grandes y prosperas de la provincia. Isabel esta en contra de la exportación de indios al Perú y está convencida que los vientres de las indias y la contrapartida castellana, darían con la solución a los problemas en las nuevas tierras, los mestizos, despreciados por los indios e inferiores a los Españoles, según Bobadilla en los mestizos estaria la esperanza y riqueza del nuevo continente.
Confieso que en un primer momento me rendí como lector a los pies de Doña Isabel, el impetu de una mujer en una tierra de guerreros indios e hispanos, su porte son inigualables y Pasos Marciaq vende muy bien al principio del libro la imagen de esta heroína, que, mientras pasamos las páginas, la vemos transformarse en una antiheroína, en una carroñera con escrupulos si, pero carroñera.
La India Marina, María Fernanda, Teresa, Carmen y otras mujeres hermosas desfilan ante los barracones del Burdel, mientras el lector se inmpregna del olor a virginidad de las selvas, de lo exotico de las comidas indígenas, de los atardeceres, de las indias y su belleza, disfruta las frustraciones de Isabel y su estupida retórica, presencia el enfrentamiento entre Fray Bartolomé de las Casas e Isabel de Bodadilla y demás autoridades de Nicaragua, monje dominico y uno de los pocos españoles que defendió ante cualquiera la dignidad indígena. Por otro lado la pasión de María Fernanda y como lo llama ella misma “su traicionera entrepierna”, son los sasones que hacen de esta historia más colorida y no tan triste como por capitulos me sentí.
Se nota el nivel de documentación de Don Ricardo al escribir esta historia, no solo basta con tener fuerza al asegurar un relato para creerlo, se necesita mucho más preparación y astucia para tejer historias y acomodarlas de forma tal que el lector realmente se sienta en medio de una historia real para él, por momentos claro.
Es un libro que disfrute, las descripciones son fantásticas y lo que si me sorprendió fue el nivel de compenetración femenina que logra Don Ricardo, pienso que se necesita una buena pluma para, no solo contar la historia de una mujer o varias mujeres, sino de prestarle su voz, su pluma, para contarla en primera persona, y no sonar soso y masculino como critican a otros grandes, Sergio Ramirez Mercado por ejemplo.
Bien, este año ha sido de lecturas de mi tierra y creo que por ahí vienen otras obras de este autor, que me llaman con fuertes guiños desde la estantería.
Hay una edición de esta novela en España, ojala los amigos hibéricos que visitan mi espacio logren toparte con el y se atrevan a comprarlo.
Regresando con paso firme, el Forastero Lector.
Sigue con paso firme forastero, gracias por mostranos otra obra como tu los dices de nuestra tierra. En la verdad me gustan las novelas contadas en primera persona, claro que tienen sus desventajas, sin embargo facilita ponerse en los zapatos del protagonista y nos facilita ver bien la personalidad del que nos esta contando la historia.
y pienso que escribir una novela en primera persona es mucho mas dificil eso les da mas valor claro…