En pleno invierno en los países del trópico a veces el clima es bastante cálido, en busca de aire fresco salí a la acera de mi casa a contemplar la noche y expandir un poco mi pecho.
La noche, llena de estrellas, y por el este la luna enorme y amarillenta se asoma apenas a través de las copas de los pocos arboles enormes que quedan sobre la fila de la montaña que bordea el sector oriental de mi Telpaneca querido.
El cielo desnudo e iluminado por la luz del “astro reina”, uno de los más hermosos y misteriosos, (han escuchado que nacemos con una luna llena y morimos con una luna llena, no se si sea verdad, pero es curioso).
Mientras mis ojos vagaban por el manto estrellado del espacio, tratando de forma inconsciente de encontrar las constelaciones del espacio, mientras igual, la inmensidad de este, achicaba mí ser, la majestuosidad de la creación manifestada en el espacio exterior, un basto espacio lleno de misterios y teorías infinitas de existencias e ideas sobre algo o alguien.
De repente, una destello plateado surco un pedazo de cielo, mis ojos lo percibieron a poca distancia, como si se tratase de las chispas de un cohete, eran color plata, una cola desintegrándose en destellos luminosos hasta que la cabeza mas grande desaparece en un suspiro, una estrella fugaz.
Inmediatamente pedí un deseo, la última vez que vi una, estaba en compañía de mi Madre y le conté de inmediato “Mami una estrella fugaz” y ella me dijo, “Ala, hubieras pedido un deseo, pero la idea es que no tenías que decirme que la viste”, era muy chico y pensé que ¿Cómo era posible no compartir algo tan bonito como una estrella fugaz?, aunque si sentí pesar de no haber pedido mi deseo.
Pues hoy, la vi y pedí mi deseo, espero se me cumpla, aunque bueno, si mi Mamá hubiera estado cerca de mi seguro le hubiera comentado, incluso quizás ella tal vez la hubiera visto, o bueno, cuando uno ve una estrella fugaz es algo tan bonito que el subconsciente te dice que el mundo entero la vio, no comprendes que puede ser un bonito regalo exclusivo para ti.
Y ustedes mis estimados lectores, cuando fue la ultima vez que vieron una, la naturaleza, la creación, el entorno o como deseen llamarle, es hermoso, es impresionante, yo agradezco a Dios por regalarnos este mundo tan hermoso, otros dan gracias a Alá, otros al universo, otros a la fuerza o fuerzas superiores que todo lo manejan y otros a la evolución, otros tantos solo lo contemplan y ya. Pero bueno, tan diverso es este mundo, tan diversos somos, que es imposible unificar los pensamientos, incluso a Dios debe agradarle eso, a veces pienso que somos parte de un gran experimento infinito y Dios con su enorme barba blanca y su bata de laboratorio nos observa constantemente y toma notas, en busca quizás del gran secreto del mundo, “La Felicidad”.
Espero que cuando vean la próxima estrella fugaz me recuerden y se detengan un momento y piensen que quizás ese momento es un regalo exclusivo para ustedes.
Agosto me recuerda las noches blancas del verano Sueco, como una limpia sabana de algodon, nada parecido a mis noches tropicales de la Nicaragua que aun lleve en la sangre, esas noches negras como el carbon, que en su interior guarda el diamante cristalino del sol mañanero que en cada gota de rocio esparcen luces multicolores como lentejuelas de maiz.
Pero las noches de Septiembre tienen el encanto de las lunas llenas, esas lunas llenas que los anglosajones en el hemisferio norte le dan en llamar «Harvest Moon» las contemplo con fascinacion, y quisiera ver lo que de niño me contaron brujas cuyas sombras se proyecta en el plato zafarino de la luna que tambien nos ha hecho soñar.
Mas de alguna vez he visto estrellas fugaces, raudas y silenciosas que en mis deseos aun no me llevan al lugar de donde un dia parti.
Saludes Aldo Jose.
Pero usted si no es poeta tiene el alma de uno, sus palabras tiene ritmo y sentimiento…
con que estamsos en suecia que bien la nieve hermosoooooooooooooo
Tengo mucho tiempo de no ver una estrella fugaz, me gustaría ver una.
Ojala pronto lo haga,,, y espero que experimente la misma emoción que yo…
Sabes? llevo un tiempo que miro muco el cielo, culpa de mis últims lecturas entre las que están 1Q84 y las dos lunas de Murakami.
Te sumo con placer a las cosas que miro en el cielo estrellado, y te comento… me gusta tu prosa.
Besos
pues que una amante de la prosa me diga que le gusta mi prosa es mas que alagador, y digamos que la admiración del cielo a aumentado en parte a ciertos libros en cuyas historias tiene protagonismo el cielo
Es cierto, ahorita me estoy acordando de libros en que describen las hermosura no solamente del cielo, sino de muchos otros paisajes. Es que siempre, estemos donde estemos, debemos contemplar un poco los diferentes paisajes que tenemos a nuestro alrededor.
Tengo tiempo de no ver una estrella fugaz, ni siquiera me acuerdo cuando fue la última ves que miré una.
Pero asi es, muchas cosas aunque sean pequeñas, sentimos que pueden ser pequeños regalos que nos hacen recordar bellos momentos de nuestra vida.
pues la proxima vez que lo haga, sienta la misma emocion que yo, la verdad es alg sumamente especial…