He llegado al final de esta seria con una de las emperatrices del “Tiempo de Emperatrices” que tardo mas tiempo en morir, aunque irónicamente, fue la que también tuvo durante menos tiempo su tiara imperial, Carlota de Bélgica, Emperatriz de México.
Ya en mi blog había publicado sobre este mujer en el artículo “Carlota de Bélgica” al que los invito a leer, acá abordaré datos biográficos que no abordo en dicho artículo y otros detalles interesantes y comentarios sobre la vida de esta mujer, también bella.

La primera familia real de Bélgica, o de los belgas, estaba conformada por el Rey Leopoldo I de Bélgica, su esposa, la princesa Luisa María de Francia, el príncipe heredero Leopoldo, el príncipe Felipe conde de Flandes, y la cándida princesita Carlota.
La última miembro de la familia nace en Laeken cerca de Bruselas el 7 de junio de 1840. Fue la única hija de la familia real, nacía al mundo como María Carlota Amelia Agustina Victoria Clementina Leopoldina de Sajonia-Coburgo y Orleáns Borbón-Dos Sicilias, emparentada por parte de su padre con los monarcas ingleses Victoria I y el príncipe consorte Alberto, y por parte de su madre, con la destronada familia real francesa Borbón de la rama de Orleans, su abuela era María Amalia de Borbón – Dos Sicilias, que a su vez era sobrina de la difunta y recordada por mi, María Antonieta.
Carlota y María Amalia se mantuvieron muy unidas, su madre murió cuando Carlota tenía diez años, se unió más a su abuela, creció en los parajes en su patria, un tanto al margen de los acontecimientos que sucedían alrededor de su país, un acontecimiento importante por ejemplo, la proclamación del segundo imperio francés que sin saberlo, le marcaría el rumbo de su vida. En 1857, con tan solo diecisiete años Carlota deja de ser la princesita belga de los Saxe – Coburgo y Orleans – Dos Sicilias para convertirse en Archiduquesa de Austria, por matrimonio con Fernando Maximiliano de Habsburgo – Lorena, hijo del difunto emperador Francisco Carlos y Sofía de Baviera, hermano menor idealista del entonces Francisco José I de Austria quien tenía tres años de matrimonio con Isabel de Baviera, Sissi.

Carlota pasaba ahora a la sombra de las alas del águila bicéfala de la Casa de Habsburgo. Maximiliano, aparte de ser considerado idealista, era solo uno príncipe más, destinado a deambular en los pasillos de los palacios o morir en una batalla en busca de un hito histórico, era solo un Archiduque, con el afán de ponerlo a hacer algo útil lo manda a Italia como marino, aunque bueno, lo que hizo mas bien fue hacerse un castillo en Trieste, era un Archiduque de Austria, era lógico que quisiera su propio castillo, y su matrimonio con una novia rica, con una buena dote, le vino como anillo al dedo para terminar el dichoso castillo al que llamaron Miramar. El Padre de la novia a ver lo conveniente que había resultado la dote de su hija, movió sus influencias para que por lo menos, tuvieran un rango de mayor peso, así que los tortolitos pasaron a ser Virreyes de Lombardía – Veneto.
Los primeros años de vida de la pareja de virreyes fue todo dicha. Carlota se llevaba de mieles con su suegra, en las visitas que hicieran a Viena, Sofía su suegra compartía todo su tiempo con Carlota, ambas coincidían en muchas cosas, una de ellas, su aversión a Sissi emperatriz de Austria.
Carlota era para Sofía, todo lo que Sissí no era como emperatriz y esposa, por tanto Sissi no podía ver en ambas, más que arpías enemigas, y Carlota no podía ver en Sissi más un conjunto de ideas locas y modales obscenos. Aunque bueno, al final Sissi era la emperatriz, y ella, la virreina de un virreinato de nombre, en el cual no tenía poder y tanto él como su marido ambicionaban más, emplear sus habilidades en algo más provechoso.
Entre fines 1859 y principios de 1860 (cuando Francia inicia su intervención en México), algunos conservadores de la tierra de los aztecas, quería buscar a un príncipe europeo para el trono de México. En ese mismo tiempo Maximiliano queda sin su virreinato, pues Austria perdió la Lombardía, por tanto habría que ocuparlo en algo. Napoleón III quería un estado satélite para Francia, Francisco José I quería darle algo que hacer a su hermano, y un tanto España apoyaba la idea de u testaferro para tal proyecto, paso algún tiempo para que se cocinara bien el asunto, hasta que en 1863, Napoleón III con la visita formal de un grupo de conservadores Mexicanos, convencen al Archiduque para que acepte el trono de México, Carlota, lo anima a que lo acepte también, no podría asegurarlo pero en el fondo quizás la todavía joven Carlota, quería seguir demostrando que ella sería mejor que Sissi al convertirse en emperatriz de un segundo imperio mexicano. Lo que Carlota no sabía era la realidad de le época en que estaba viviendo, tiempos en que gran parte de América hacía décadas se había liberado de España, y que no quería a intrusos europeos de nuevo como monarcas, tiempos en que el funcionamiento de las monarquías ya no eran viables, algo que si previó y apoyó Sissi.
Pero en fin, Carlota y Maximiliano luego de cruzar el mar océano y desembarcar en Veracruz, son coronados como emperadores en la Catedral Metropolitana en abril de 1864, la residencia imperial sería el Castillo de Chapultepec en la Ciudad de México.

Desde el principio el imperio se vio inmerso en situaciones difíciles, las guerrillas, el ejercito liberal de Benito Juárez, un pueblo que ya no quería un emperador extranjero, Estados Unidos que no quería un intruso Europeo puesto por Francia y apoyado por España, aparte que a Maximiliano se le fue muy difícil equilibrar a los conservadores y liberales en su gobierno. Carlota por su parte no dejo de apoyar a su marido en lo que podía, y su disposición a congeniar con el pueblo a su tutela se manifestó desde el detalle de que la llamasen “Carlota” y no “Charlotte”, ella ahora era Carlota Amalia de México. Se esforzó en implantar la etiqueta y protocolo de la corte vienesa en la corte de Chapultepec, al igual que Maximiliano hecho mano de la basta experiencia Habsburgo en la administración a fin de lograr concertar un verdadero imperio. Sin embargo las mortificaciones políticas a las que se le sumaban las mortificaciones personales pronto se agravaron más.
Carlota no había podido concebir, ocho años de matrimonio sin señales de un vástago heredero, venía a agravar la situación del imperio que desde el principio se veía tambaleante, por su parte, los rumores de infidelidad de su marido no se hicieron esperar, el emperador se vio cautivo de las bellezas mexicanas, y en eso tampoco Carlota podía ser como Sissi, ella no concebía las amantes de su marido, así que el distanciamiento entre ambos inicio, extendiéndose incluso al plano político.
Se dice que la emperatriz bajaba por unas escaleras de su castillo a pasear al lago por largo tiempo, sin ser vista, en silencio y reflexiva, contemplando el mítico lago, el valle, la tierra bravía de un pueblo que nunca se dejo doblegar por completo. Pueblo de mujeres hermosas de ojos intensos que conquistaban a su marido, una tierra milagrosa donde buscaría hierbas para concebir las cuales se dicen la condujeron a la locura. Aún hoy en ese castillo, dichas escaleras se le llaman “Escaleras de la Emperatriz”[1]. En 1865 viaja a la costa de Yucatán para conocer a los mayas.
La situación se hacía cada vez más insostenible, paulatinamente, las tropas de Austria y Francia abandonaban México, la rebeldía de aquel pueblo a someterse a su nuevo emperador sumado a los constantes conflictos en Europa, entre Francia y Prusia, dejaban a Maximiliano prácticamente vendido a sus enemigos en tierras mexicanas esto fue en 1866. Tiempo después, Carlota se embarca a Europa, difícil precisar si en su corazón, existía el presentimiento de que luego de embarcarse ya nunca más volvería a su imperio y ya nunca más a su emperador.
Las cortes Europeas no le cierran las puertas por cortesía y por tratamiento familiar, sin embargo ante las negativas de ayuda, Carlota inicia a desesperarse, en París al final su homologa la emperatriz Eugenia de Montijo ya no la recibía, su imperio también tambaleaba, en Viena su cuñado nada más podía hacer por ella, pide auxilio al Papa y este no puede hacer mucho, así sus signos de locura inician su aparición, agravados por la triste noticia del fin.
Maximiliano moría fusilado 1867, y con él, el imperio mexicano llegaba a su fin, su cordura no pudo más.
Durante los próximos sesenta años, Carlota viviría un mundo de irrealidad, nunca dejo de ser emperatriz, su marido estaba de viaje, aseguraba que tenía una hija llamada Carlota Maximiliana. Su residencia variaría según las circunstancias, su familia de Bélgica la acogió, su vida en aislamiento la paso primero en el pabellón del jardín (el Gartenhaus) de su castillo de Miramar, luego en el Castillo de Tervuren y finalmente en el Château de Bouchout en Meise, Bélgica, donde finalmente fallecería.
Enamorada profundamente de su marido, con una muñeca llamada Max en su regazo, moría de 86 años el 19 de enero de 1927, durante el tiempo de entre guerras, luego de que su castillo en Bélgica no fuera invadido por los alemanes durante la primera guerra mundial en respeto a su principal aliado Austria y en memoria de su parentesco con los Habsburgo.
No podría decir que su fin fue triste pues es imposible determinar la emociones de una perturbada mental, sin embargo puedo decir que Carlota, las mas joven de las emperatrices del “Tiempo de Emperatrices” puede ser evocada como un figura romántica, podría aclamarse por sus buenas intenciones para gobernar el imperio junto a su marido (que para muchos es y seguirá siendo un chupasangres), pero que al final no podía tener otro final.
Fuente:
“Un Habsburgo en el Trono de México” www.elsitiodeconchal.wordpress.com
“Carlota de México” www.wikipedia.org
“Carlota de Bélgica” Microsoft ® Encarta ® 2009. © 1993-2008 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.
[1] José Mata. José Mata – Autor de Obra Fotográfica , Ciudad de México , 2010
Fue la mujer mas rica del mundo, y todavía la recordamos tanto, que rescatamos lo mas que podemos de su historia, sigue siendo por excelencia la trama amorosa mas «dulce» de México.
Guardamos todos sus objetos en el castillo de Chapultepec
Estoy muy de acuerdo con lo que dice elsitiodeconcha, es que la avaricia les fastidió la vida a Carlota y a Maximiliano, al principio estaban bien y por querer tener más y más perdieron lo que habían logrado. Los dos son tal para cual. Carlota era tan ambiciosa que aun después de perderlo todo, creía que aun lo tenia, aunque sea en su propia locura.
si verdad consecuencias de lo que uno logra sembrar
Cuando se volvió loca, se volvió la mujer mas rica del mundo, su papa le heredo minas de diamantes en el Congo y para ese tiempo su fortuna personal era de 13 millones de florines belgas, cuando estaba casada solo poseía 5 millones.
Irónicamente su locura y la muerte de Maximiliano I de México la llevaron a convertirse en la mujer mas acaudalada del mundo.
Me ha gustado mucho como has enfocado la vida de esta mujer.
Fue Inglaterra y España los que apoyaron el proyecto de Francia de instaurar a un intruso en el Trono de México.
Un » hombre de paja la servicio de Francia » y de hecho Europa se llevaría beneficios con ello.
La ambiciosa Eugenia emperatriz de Francia y su marido Napoleón III fueron los culpables.
Cuando vieron fracasar el proyecto España e Inglaterra se retiran, más tarde lo hace Francia, dejaron a Maximiliano solo.
Su hermano Francisco emperador de Austria le había aconsejado que no cogiera lo que otros príncipes europeos habían rechazado.
La ambición de Carlota y el destino le llevó a su trágico final, para él y posteriormente para ella.
Moraleja:
LE AVARICIA ROMPE EL SACO.
Excelente tu moraleja mil besoso….
ken mele dijo 29 0ctubre 2012 11:17 am
si la emperatriz carlota hubiera seguido con vida y cuerda de sus facultades en 1927 habria podido regresar de vacaciones a mexico
ya en avion y pisar las alfombras rojas de los espectaculos en mexico.