Isabel de Wittelsbach, o Isabel de Baviera, o conocida por la historia como “Sissi”, es sin duda una de las monarcas del “Tiempo de Emperatrices” que más ha sobrevivido a la historia, esto gracias a la trilogía de películas de la década de los cincuenta: Sissi, Sissi Emperatriz, El destino de Sissi, en la que fue inmortalizada por la actuación de Romy Schneider. A estas producciones se suma la serie de novelas que la Editorial Bruguera hiciera acerca de muchos episodios de la vida de la emperatriz. Sissi, como era conocida en el seno familiar, y como la historia la recuerda, fue una mujer, en mi opinión personal, en base a lo que he leído sobre ella, una mujer con serios problemas emocionales y de carácter, narcisista, problemas alimenticios y bastante caprichosa, no obstante, aunque físicamente estuvo ausente de su imperio, no dejo del lado los asuntos de estado, pues a influencias de Sissi es que hubo un episodio en la historia que se conoce como Imperio Austrohúngaro.

Hija de Maximiliano duque de Baviera y su esposa Ludovica de Baviera, también duquesa e hija de Maximiliano I Rey de Baviera. Isabel Amalia Eugenia nace el 24 de Diciembre de 1837 en Múnich, con el título de Duquesa de Baviera y la dignidad de Alteza Real. Criada al Castillo de Possenhofen, una construcción a orillas del Lago Starnberg que su padre había adquirido para ser utilizada como residencia de verano y que pronto se convirtió en la residencia preferida por la familia ducal. Su destino según sus padres, no sería tan grande, pero esto cambio cuando, con solo 15 años, acompaña a su hermana Helena a la Ciudad de Bad Ischl, donde su tía Sofía esposa del difunto Francisco Carlos de Austria y madre del Emperador Francisco José, visitaban la Villa Imperial, con el objetivo de que Francisco José se fijara en Helena, pero resulta que Francisco José, con 23 años se fija en la saltarina Sissi, el destino de ambos quedará sellado.

En 1854, Sissi de 16 y Francisco José de 24, el emperador se casaba y le regalaba a su imperio a Sissi, Isabel, la emperatriz que marcaría un hito en la historia y se convertiría en icono para su país, la que sería una mujer fuera de tiempo y que se revelaría contra lo establecido, algunos dicen que por que nadie estaba preparado para ella, en lo personal pienso que lo hizo por simple y sencillamente llevar la contraria, lo que la conduciría a un sin numero de malos momentos y la sumirían en una vida llena de manías, vacíos y tristezas. Sissi entraba a Austría la tierra de los Habsburgo, y con ellos viviría el destino de su imperio.
Sissi es sin duda una de las mujeres históricas más hermosas sobre las que he leído, su rostro primoroso y cincelado, en el cual nunca se vio una sonrisa, lo que nunca impidió que se sobrecogieran al verlo, una cabellera larga y preciosa, digna de un hada de bosque encantado. Culta, hablaba varios idiomas y leía a muchos autores impropios para una dama de su estirpe, fumaba, y su muerte pienso que fue una de las más absurdas que he conocido.
Con su tía – suegra nunca se llevó muy bien, claro, Sofía no quería para su hijo una esposa de dientes amarillos, muy bonita Sissi pero no se lavaba los dientes, de ahí que a los 35 se quedaran sin dientes y no permitió que jamás nadie la retratara, aparte que nunca reía en público, un defecto que la arrastro al complejo, desembocando su frustración en cuidar su cuerpo.
Le dio a su esposa cuatro hijos: Sofía 1855, Gisela1856, Rodolfo 1858 y María Valeria 1868. La primera muere a los dos años de nacida, producto de una severa deshidratación luego de fiebre y diarrea después de un viaje a Hungría. La muerte de Sofía hundió a la emperatriz en una severa depresión que la conduciría a una anorexia nerviosa. Gisela sobrevivió hasta 1932 y María Valeria, llamada por su madre “mi hija húngara” y los enemigos de su madre “la niña húngara” hasta 1924. Sissi llamaba así a su última hija, de la que si pudo disfrutar su crianza puesto que después de lo sucedido con su primer hija, la Archiduquesa Sofía se impuso en la crianza de sus nietos, ya que sentía especial atracción hacia la vida y cultura de Hungría, para otros, María Valeria fue el producto de amoríos de la Emperatriz con un conde Húngaro.
Sissi intuyó muy bien lo que había detrás de los nacionalismos, con efecto premonitorio supo ver lo que no su marido, intuyo la decadencia del sistema imperial, abogo por la causa de Hungría, contribuyendo al reconocimiento y libertad parcial de ese país, retribuyéndose al coronarlos a ella y Francisco José como reyes de Hungría en 1867.

Siempre detesto el protocolo de Viena, a esto le doy la razón, si de primas a primeras Sofía su suegra le hacía la vida de cuadritos. Aparte que cuando en escena aparece Carlota de Bélgica, esposa de su cuñado Maximiliano, Sofía encontró en Carlota todo lo que no en Sissi, de ahí que Carlota y Sissi se llevaran de la patada como dicen, se alucinaban. Y aunque Carlota pronto se marcha a Italia, en Viena, Sissi no es feliz, es más, cuando la desgracia de los Habsburgo se cierne en México y Carlota termina enloquecida, Sissi teme ese destino por castigo, aumentado este temor por los síntomas de su hijo Rodolfo y la locura desmedida de su primo Luis II de Baviera.
Muy bella, 1.72 de estatura, una inmensidad de mujer, aumentado por su gallardía y porte, con sus elaborados peinados que llevaban horas diarias el armarlos, sus ejercicios físicos excesivos y enfermizos, sus largas caminatas, su pasión por los caballos y su obsesión por verse bien al montar en ellos, una narcisista, anoréxica nerviosa, bebía jugo de carne, pescado hervido y otras cosas que la verdad me revuelven el estomago, todo con el afán de verse bella, sus ejercicios eran largos y extenuantes, aunque a pesar de eso pienso que el resultado no es de negar, Sissi siempre se mantuvo hermosa.
Y su vida recibiría un trastorno más, en 1889 su hijo Rodolfo se suicida. Rodolfo tenía un tipo de trastorno mental, adicto a la morfina y enfermo de gonorrea, se suicida con su amante en Mayerling, su residencia favorita, “El Incidente de Mayerling” así lo llamaron, el suicidio de un joven enfermizo y débil mental, para otros un complot del servicio secreto austriaco con el fin de eliminar las radicales ideas liberales del príncipe.

Sissi, adopto para siempre el luto, las relaciones con su esposo, la cual se enfriaron desde que naciera María Valeria, llena de traiciones por parte de su esposo, amantes las cuales aseguran algunos consentidas por Sissi, aunque se distanciaron aún más, geográficamente, aumentaron en correspondencias.
Sissi abandona Viena a la que regresa solo en ocasiones, en su barco Miramar recorre el mediterraneo, y donde es vista, jamás fotografiada, se ve en su rostro la tristeza, la melancolía por deseos insatisfechos y una vida llena de tristezas y frustraciones.
Para muchos Sissi fue incomprendida, pero a mi juicio, yo no puedo entenderla, la verdad aparte de su adhesión a la causa de Hungría y sus ideas nacionalistas, no hizo por su pueblo casi nada, su vida que nunca paso de sus habitaciones haciendo ejercicio o peinándose en su palacio de la isla griega de Corfú, el Achilleion, caminando incansable por sus palacios y campos, cabalgando, y apareciendo cuando era debido para ser admirada no es lo propio de una reina, de una emperatriz.
Una mujer con un papel que le fue impuesto, tal vez si se hubiera quedado en su palacio en Baviera hubiera tenido un destino un poco más tranquilo. Aún así, si vida y excesos, y sus fotos sin sonrisas se volvieron inmortales.

Muere en Ginebra, paseaba por el lago Lemán, un anarquista italiano que pretendía asesinar al pretendiente al trono francés de la Casa de Orleans, al ver desvanecida sus esperanzas de inmortalidad, se entera que la emperatriz está en la ciudad, una emperatriz, un símbolo de opresión y viaja escuela, símbolo de decadencia, es ella, la víctima necesaria, la busca, la encuentra paseando con una dama, finge chocar con ella y le entierra un estilete en el corazón, el nombre del anarquista Luigi Lucheni, era el 10 de septiembre de 1898.
Sissi, al principio no siente nada, luego se desvanece, una mancha aparece en su pecho, una herida en el miocardio, suficiente para causarle la muerte a la emperatriz triste de Austria – Hungría.
Tenía 61 años mantuvo su peso de 50 kilos de toda la vida, la belleza de sus últimos momentos de vida no se puede corroborar, pero fue bella, a pesar de todo fue bella, moría lejos de su trono imperial por exilio voluntario, pero a Viena, a la cripta imperial de los capuchinos, es donde su cuerpo es enterrado con toda la pompa fúnebre necesaria.

Ella deseaba ser enterrada en Corfú, pero una emperatriz tiene que estar con su imperio, regla que solo muerta pudo cumplir. Pasarían solo 16 años, cuando un sobrino de su esposo, Francisco Fernando de Habsburgo, heredero al trono tras la muerte de Rodolfo y Francisco José, es asesinado en Sarejevo, su muerte marcaría el inicio de la I Guerra Mundial. Sissi que había sido pieza clave en la monarquía dual que la volvía, además de Emperatriz de Austria, Reina de Hungría, no pudo evitar que su proyecto pasara a la eternidad, el imperio austriaco vería su declive luego de la I Guerra Mundial, y solo pasaría algún tiempo para que los Habsburgo no fueran más que una familia aspirante al trono.
Fuentes:
“Isabel de Baviera” www.mujeresdeleyenda.blogspot.co
“Elizabeth de Austria” www.wikipedia.org
“Sissi, la emperatriz incomprendida” www.islabahia.com
Una anécdota de ella que puse en mi artículo sobre Sisi.
Ya sabéis que nadie la llamaba así en la intimidad, es más bien un nombre comercial.
Era tan » Narcisa » que se hacía coser los vestidos sobre su cuerpo para que le sentaran como pintados.
Cuando era para alguna recepción o baile, ella aparecía junto al emperador en el acto, se dejaba ver y luego se marchaba. No me extraña ¡ estaba agotada !.
Bebía cerveza y se alimentaba de jugo de carne.
De joven había sido gordita, se propuso ser delgada y lo consiguió.
Tiraba a gruesa pues sus brazos eran gruesos, una mujer que tira a delgada no tiene esos brazos.
Era una persona muy especial, no estaba muy cuerda era una Wittelsbach, excéntricos y bastante pirados.
Por último los dientes los tenía amarillos pues era el color de su esmalte, en el siglo XIX nadie se lavaba los dientes, no era costumbre.
Había gente que tenía el esmalte más blanco, el de ella era muy amarillo.
En fin una persona que en su vida hizo lo que le dio la gana.
No fue una buena emperatriz.
Lo que comia realmente me revuelve el estomago, creo que solo demstraa su avanzado estado de anorexia nerviosa producto de sus cabilaciones y miedos, no fue para nada buena emperatriz eso si…
Muy bueno el artículo. Tu punto de vista sobre ella me parece muy acertado.
Me gusta mucho tu artículo.
Pero ya sabes mi opinión sobre Elisabeht de Austria, ya sabes que nadie la llamó jamás Sisi, ni siquiera en familia es un mote quizás de cuando era muy pequeña.
No me da lástima de ella, en su época las mujeres habían nacido para obedecer. Ella intentó revelarse, lo mismo le hubiera sucedido si hubiera sido una plebeya en vez de una noble, con la diferencia de que siendo plebeya hubiera vivido de forma muy diferente y sus escapadas y lujos no se los hubiera podido permitir.
Su marido le consintió mucho, era un hombre en ese sentido adelantado a su época.
Ella le quería a su manera, eso si tenía que hacer lo que le viniera en gana, ya que podía permitírselo.
Próximamente como ya sabes viajaré a Budapest, allí veré sitios donde ella vivió. Fue reina de Hungría país al que adoraba.
En su tumba de Viena siempre hay flores de las mujeres húngaras y la bandera del país.
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Agradezco mucho tu comentario, y bueno, si que investigue mucho sobre esta mujer para lograr este articulo…
Pues realmente hay una parte de Europa que se corresponde con esa visión.
Hola forastsero siento que hace años que no paso por aquí, :D, pero ya vez, estoy de nuevo por estos lados.
Creo que la falta de dientes de Sisi, no era el único motivo para no volver a sonreir, es que fue una mujer con una vida muy triste, cuando lei tu publicación, senti una gran pena por esta emperatiz. No es de extrañarse que Sisi se hundiera en la depresión y en el narcicismo, creo que al final creia ella que lo único que le quedaba era su belleza. Y como muchas veces ocurre en personajes como este, con una vida llena de frustraciones, lujo, materialismo y además sufrimiento, es que muriera tan joven en manos de un anarquista, ya que la considero como un simbolo de opresión. Pero es que obviamente, ¿qué hizo por su pueblo?…. Normalmente a estas mujeres mueren asesinadas.
Urra volvio, pues la verdad es que esta pobre mujre tuvo una vida vacía, para muchos fue imcomprendida y sufrida para otros no tanto, pienso que su situacion fue complicada por que igual ella era una persona complicada, su muerte me parece absurda, siento la misma sensacion cuando pienso en la muerte de María Antonieta… muy tristes, una vida triste y un final injustamente triste, y sabe ella era antimonarquica, tenía ideas de libertad por eso no fue bien vista en la corte de Viena…
😀 😀 como que me imaginaba que tu comentarios iba a estar vinculado con maria antonieta. No se… pero ya me lo imaginaba.
Esta vez mi comentario va a ser un tanto diferente. Como siempre tu documentación es impecable y amena, así que te voy a contar una experiencia personal.
He viajado más o menos en la medida que me ha convenido y he podido hacerlo. Me fascina eso que llaman en América, «El viejo continente» y que tengo la sensación de visitar en determinadas calles y plazas alemanas, austriacas… Pues bien, uno de esos viajes que comento me llevó a Austria, entre otros lugares a Viena. Allí descubrí el amor por la música, el chocolate, el vino (que me sorprendió) y la cara de la emperatriz Sisi que no conocía. En mi desconocimiento era una mujer frágil que no lo había pasado bien, no diré una víctima pero si se acercaba un poco a ese concepto de casi heroína silenciosa sólo por su lucha y su vida personal. Una vez allí ví que para muchos esa no era la imagen sino que había una mujer obsesiva, no excesivamente cariñosa y llena de manías que, pese a tener un marido carismático, dejaba su marca. Tanto por el enfrentamiento que tuvo por la corona, como por sus manías incontables y el deterioro físico que sufrió por manías como las que comentas, autoimpuesto. Me resultó muy curioso investigar y ver allí la otra imagen de la idealizada emperatriz como alguien rebelde, anticlerical, antimonárquica y también hermosa y culta. Una mujer compleja la que nos presentas hoy.
Besos
Sobre todo bella, era preciosa jajajajaja, y gracias por tu comentario, el Viejo Continenta haaaaa es para mi como un lugar magico, asi se ve en este lado del charco, o bueno lo vemos los ciudadanos de a pie enamorados de la fantasia y que ven en ciudades como viena, el escondite de gnomos y duendes
Compleja compleja sin duda… una mujer en situaciones complejas y de caracter complecjo…