Entre cruces y restos perdidos

C. San Pedro. Managua. Manfut.org
C. San Pedro. Managua. Manfut.org

En muchas Ciudades del Mundo hay infinidad de lugares donde dar un paseo, bien gozando de una buena compañía o disfrutando en soledad del entorno que nos rodea. Así los parisinos tienen los Campos Elíseos, los Neoyorkinos al Central Park, los mexicanos la Alameda, los madrileños a “Madrid Río”. De los anteriores el de Madrid digamos que es mi favorito, al igual que a todos lo he visto en imágenes, y Madrid Río aparte de original, es muy bien cuidado, orgullo de los hijos de Madrid.

En mi pueblo, Telpaneca, pues digamos que aunque no hay un lugar definido, ni mucho menos designado, ni cuidado, si existen muchos que la naturaleza preserva y otros que los habitantes han designado para tal fin, en mi caso particular, el Cementerio.

Creo que los cementerios de muchas otras grandes ciudades y pueblos no son ni muy bonitos, ni mucho menos agradables para dar un paseo, más porque los recuerdos de los que un día vivieron y se han ido aún lastiman, o bien porque a nadie la interesa pasear en medio de restos de vidas pasadas, que bajo penas y glorias pasaron por este mundo, dejando su marca o inadvertidos para el resto de mortales.

En una ocasión alguien me pregunto “¿Es que nadie se muere en este pueblo?”. La pregunta se debía a que esta persona tenía años de no visitar el pueblo, y en ocasión de que un familiar muriera, tuvo que regresar y por fuerza ir al cementerio, y se sorprendió al ver que a pesar de los años transcurridos, el cementerio aún parecía vacío.

La verdad el Cementerio de Telpaneca no es la gran cosa por así decirlo, está cercado por una barrera de concreto, y al acceso a él esta pavimentado, no está definidas calles, y todo es de tierra, la Alcaldía ahora se ha preocupado por el, y manejan a un “Panteonero” que procura mantenerlo limpio, y asegurado, (antes era un potrero más donde pastaban animales pues en invierno la maleza crecía por doquier, mi padre de forma voluntaria hacía lo que podía para mantener un poco el respeto por este lugar).

Muchas tumbas, algunas con mausoleos preciosos en un tiempo como el de la Familia Portillo,  y otras con humildes cruces de madera que se caen a pedazos que marcan el lugar donde los restos de alguien que existió yacen olvidados bajo tierra. Muchas otras tumbas, como la de mi bisabuela, se perdieron y seguro sus restos pasaron a formar parte de la fertilidad del suelo.

Para mi Mamá y para mí es un lugar bonito, está lleno de árboles y la tranquilidad que se siente al pasear ahí es inmensa. Casi siempre lo hace hacemos callados pues si vamos ahí no es para hablar con nadie sino con nosotros mismos, reflexionar sobre nuestra vida ante la realidad de la muerte, y no porque nos preocupe la muerte, sin no más bien porque nos preocupa no saber vivir.

Caminamos, visitamos la tumba de uno que otro ser querido ante la cual elevamos una oración agradeciendo por su existencia y pidiendo por la nuestra. Intentamos perdernos entre el lugar sin seguir un curso definido mientras el soplo del viento mueve las ramas de los árboles que son muchos. Un gallo con sus gallinas y algunas gallinas con sus pollitos parecen disfrutar al igual que nosotros la estancia en ese lugar.

Caminar entre restos no será lo más sano del mundo, pero disfrutar del espectáculo de un atardecer cuando el sol flanquea los cerrillos del este de Telpaneca, reflejando las luz dorada de los últimos rayos solares en los techos del pueblo y nosotros desde ahí, parados en un punto perdido entre cruces y restos, imaginando un mundo mejor, creyendo que todo saldrá bien, deseando que la vida mejore.

Veo a mi madre y le pregunto “Somos raros verdad madre, a quien le gusta caminar entre cadáveres”. Ella sonríe, bueno casi explotó a carcajadas, para luego decirme “Aquí vendremos un día y no nos iremos más, es mejor que nos guste la que será nuestra última morada, ¿No lo crees?”.

Pienso que la muerte no debe ser ignorada por nadie, estar cómoda con ella solo nos hace vivir al máximo nuestros días, aprovechar cada minuto de nuestra existencia en hacer lo que nos gusta y disfrutar de respirar, de ver a los niños reír, de escuchar la música que nos gusta, de leer el libro que nos apasiona, de conquistar el corazón que amamos, de escribir como es mi caso, de hablar y denunciar como es el de otros, cada quien vive su vida según las circunstancias y esas circunstancias siempre nos guían a donde tenemos que estar y debemos de agradecerlo.

No debemos olvidar que todos los caminos que andamos cada día algún día desembocaran en el final, pero tampoco nos preocupemos por eso, ¿Acaso a los lados del camino no hay paisajes que admirar?, disfrutémoslo y sonriamos pues el hecho de respirar significa que tenemos un propósito y conseguirlo nos dará la felicidad.

 

 

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10 comentarios en “Entre cruces y restos perdidos

  1. No es miedo a la muerte lo que tenemos los humanos, es miedo a dejar de seguir existiendo, con todas las cosas materiales que acumulamos , como si eso fuera la razon de la vida.

    Los Cementerios son las puertas donde termina la vida material y comienza el descanso de la vida eterna, es la frontera a la que se nos olvida que algun dia vamos a llegar y que no nos causa gracia saber en vida como vamos a vivir ya muertos.

    Que si los cementerios son misteriosos, si que lo son por que acogen en su seno todo el misterio de nuestras vidas resumidas en una sola palabra: Muerte, y esta palabra es la que nos da sobrsesaltos, zozobra y miedo por no saber que hay mas alla de la muerte.

    Claro hay cementerios olvidados, como el de San Pedro de Managua, bellisimos como el de Riverside en California donde descansan los restos mortales de Marilyn Monroe, Michell Jackson, Elizabeth Taylor, Rock Hudson, Marlon Brandon y otras celebridades de Hollywood, frecuentados como el cementerio de Arlington en el estado de Virginia que fue la Hacienda del General Confederado Robert E. Lee con una vista preciosa al rio Potomac que cruza la capital Norteamericana Washington DC, y que los Unionistas al mando del General Ulisies Grant la ocuparon en la guerra de secesion entre el Norte y el Sur de los Estados Unidos convirtiendola en hospital de guerra y despues como cementerio ya que muchos de los heridos de dicha guerra morian y heran enterrados ahi mismo, expropiandola.

    Cuando ganaron la guerra los Unionistas el Presidente Abraham Lincoln la declarara Cementerio Nacional y decreta que todos los heroes, ademas de hombres y mujeres celebres de la Union Americana seran enterrados en dicho cementerio, ahi esta la tumba del soldado desconocido y los restos del Presidente John Kennedy y su esposa Jaqueline Kennedy y su hermano Robert Kennedy, y todos los soldados que han muerto en las diferentes guerras donde han intervenido las tropas norteamericanas, turisticos como el cementerio de Paris donde yace Honorato de Balzac y el cantante del grupo de musica norteamericana The Doors, Jim Morrison, y hay cementerios que impactan y conmueven el alma como los cementerios Judios en Alemania donde hay miles de miles de victimas del holocausto Judio perpetado por los Nazis en la segunda guerra mundial.

    Los cementerios suelen ser tranquilos, silenciosos, y olvidados, en eso Aldo tenes toda la razon y por eso quiero uno silencioso que me brinde la paz de los sepulcros.

    Recuerdos Aldos muchos recuerdos y ya estamos de nuevo por aqui, despues de un viajecito por Pennsylvania.

    Ciyu.

    1. Me alegra mucho que vuelvas a mi blog, a enriquecer mis post con tus comentarios. Gracias. Y como dices hay variedad de cementerios, el de Arlinton me gusta mucho lo he visto en imagenes me encanta, mas por el valor histórico que tiene, en cuanto a el miedo a la muerte si es tambien claro.
      Y que traes del Pennsylvania, haber Philadelphia queda ahí, o estoy hecho volas, es ahí donde esta el salón de la Independencia… ?

  2. Aunque nunca he pensado en un cementerio como un lugar para dar un paseo. 😀 , es cierto que hay que disfrutar de un buen atardecer cuando tengamos siempre la oportunidad, y tienes razón, si miramos a los lados podremos descrubir nuevos paisajes que admirar.

  3. No me gustan los cementerios, nunca me han gustado.
    Hay algunos que dentro de no ser lugares de mi agrado los veo menos feos.
    El que más me ha llamado la atención es el del Roncal en el valle del Roncal en Navarra, allí está la tumba del famoso Julián Gayarre, uno de los mejores cantantes de ópera que ha dado España, nació en Roncal a mediados del siglo XIX y murió en Madrid muy joven en pleno éxito. Su mausoleo es una maravilla y las vistas del cementerio espectaculares.
    Se ha editado un libro sobre los cementerios e inscripciones curiosas de las tumbas por un escritor español que es sepulturero, no lo he leído, creo que es curioso.
    Con respecto a mí, no quiero tumba, ni flores ( solo una ), no quiero un funeral, quiero que me incineren y si mis familiares quieren que recojan las cenizas y las esparazan por el campo, sino que se queden allí, tanto me da.
    De todas formas deben ser muy terapeuticos tus paseos por el cementerio, un remanso de paz.

    1. Oye Concha si que esta interesante el libro, luego me pasas el Título para ver si lo busco ojala lo encuentra, a de ser interesante.
      Y sabia que no eran de tu gusto los cementerios, lo supe por tu Pots sobre Halloweend, en donde te mostrabas en desacuerdo por la celebración del día de difuntos…

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