En la Página de la Unión Hispanoamericana de Escritoes, UHE, existen espacios donde los miembros de la UHE, pueden publicar sus escritos. Yo soy miembro de ella, mi nick es el Brujo de Portobello. Pues bien, Isolda Rodríguez, hija del ilustrísimo maestro eteliano Sotero Rodriguez, es una de las escritoras que publican en dicha red. Encontre dos poemas que me encantan, con su permiso decidí publicarlos en este mi blog, pero pueden visitar la UHE en http://grou.ps/unionhispanoamericanadeescritores/home, y encontraran poemas bellísimos. Los dejo con dos poemas de Iseo.
Añoranzas en Toronto
Después de agotadora tarde,
de discusiones bizantinas,
el amable portero del Hilton,
en el downtown de Toronto, me saluda,
Bon soir, madame, come sa va?
Subo a mi habitación, me ducho,
el agua caliente relaja mis músculos,
he pedido dinner roun y paladeo un vino tinto
recordando otras copas, en cálida tarde,
conversación amena, mirada amorosa.
Dos camas grandes, vestidas con gruesos edredones,
me tumbo en una de ellas, y miro la otra…
inevitable la nostalgia, tu presencia se hace necesaria.
Cierro los ojos, siento tus labios en mi cuello,
recorriendo lentamente mi espalda, hasta donde termina,
y subes con sapientísima amorosidad
y te detienes en el oído, haces allí un nido.
Piel y poros ansiosos esperan que sigas,
que no acabes nunca en este transitar por mi geografía,
y las bocas ansiosas se encuentran, se enredan piernas,
brazos, pelo, saliva, vino agridulce,
y tus palabras quedas, repitiendo: ¿cómo sentís, amor?
¿Cómo te sentís? ¿Cómo te sientes?
Suena el timbre, teléfono inoportuno,
Oui, oui, ne quite pas, sil vou plaise.
La cama del lado de la enorme habitación
en el Hilton Toronto, con todo el confort
del primer mundo, sigue sola.
Ne quite pas, ne quite pas!
Amores pasados
Qué se hicieron los amores de juventud,
los coqueteos deliciosos con los muchachos universitarios,
paseos interminables por el malecón
pláticas sobre poesía, novelas del boom,
el último amigo que se fue a la montaña?
Los besos inocentes, primerizos, inexpertos,
manos unidas en paseos en la playa,
la alegría de un encuentro, de un piropo,
de encontrar un libro extraño en las librerías de viejos?
La rosa recién cortada del jardín vecino,
que llevaban con sonrisa ancha de malicia y complicidad?
Las escapadas al cine para ver My Fair Lady
o Camelot, o reír con Peter Seller?
Y los helados en heladerías de moda,
y refrescos de cacao, a media cuadra de la universidad,
y mitines políticos, los informes de los latrocinios
del tirano, volantes clandestinos, el mimeógrafo,
ahora pieza de museo, me dicen, en Suecia.
Los sonados viajes en tren, a Granda, que nunca hicimos,
las revistas literarias que armábamos entre todos,
un poema de protesta, tiene que ser. Un comunicado.
Y yo deseando ir a la Tortuga Morada, pero no,
y deseando probar el LSD, pero no, porque pudo
más la formación pueblerina, los prejuicios
mamados en la leche materna y la moralidad de padre.
Y todo lo que no hice y pude haber hecho,
y ahora es muy tarde. Se acabó el tiempo.
O será que aún eros nos aguarda sorpresas?
Iseo
Junio
2010
No sabia que existia Isolda Rodriguez pero con el poema «Amores pasados» no creo olvidarla.
El primer poema nada que ver, el segundo excelente hasta lo voy a postear en mi blog. jejejejeje
Verdad que esta de lujo, a mi tambièn me gusto mucho… gracias por comentar
Me gustan los poemas de Isolda dime ¿Son bonitas sus novelas tambien?
Solo he leido «Me Queda la Palabra», y la verdad me impresiona como describe su vida, el Esteli de antaño la Managua del 70, escribe bien…., tiene un libro de cuentos llama «La Casa de los Pajaros», pero ese no lo he leido..
Muy hermosos poemas, nunca crei que Isolda Rodriguez escribiera tan bonito.
Muy buenos en verdad, ella tiene mas pero estos fueron los que mas llamaron mi atención.